jueves, noviembre 15, 2007

Palabras que te transportan

La función evocadora del lenguaje es una de las más poderosas. ¿Quién no ha sentido los influjos de una palabra que, dicha en un contexto cotidiano, lograba transportarte a lugares sólo soñados. Recuerdo a un compañero del canal #tierra_media del IRC que decía que, en su trabajo, se sentía transportado a las verdes llanuras de Rohan cada vez que en uno de los papeles de su empresa veía un logotipo que decía "Es propiedad de la Marca".

Pero existen palabras cuyo poder transportador está oculto, y que sólo puede ser recuperado gracias a las secretas artes de la Etimología. De esto tratará este post: de encontrarnos pequeñas y humildes palabras que, si se repara en ellas y en su origen, son capaces de llevar a quien las escucha a los lugares más recónditos y los rincones más apartados del mundo.

Pongamos un ejemplo. Cualquier persona puede llegar a su casa, en el barrio de Cuatro Caminos, por ejemplo, acercarse a su ventana, y encontrarse de pronto en uno de los países más evocadores de la Tierra, sólo con abrir la persiana.

Porque "persiana" significa, originalmente, lo que su propio nombre indica: "natural de Persia". Nos llegó por el francés "persienne", del francés antiguo "persien", adjetivo que acompañaba a "ventana": "ventanas persas", en definitiva. En el siglo XVIII tenían claro el origen oriental del utensilio, que llegó a ser incluso llamado "sultanas". ¿Es o no interesante? Esa persona que se asoma a su ventana puede realizar todo un viaje al antiguo Irán.

Iluminado por ese descubrimiento, decide bajar a la calle a celebrarlo. Se coloca su corbata... y de pronto, alza la vista y descubre que se encuentra entre rudos soldados eslavos, viajando por las tierras italianas. Los hombres que le rodean visten una tela en torno al cuello, y los italianos que les ven los llaman "¡cravatte! ¡cravatte!". Porque, en efecto, estas personas, y la tela que usan en el cuello toma su nombre de ellos, provienen de la cercana pero no por ello menos exótica... ¡Croacia!

Con gran esfuerzo nuestro amigo vuelve a su barrio; las corbatas son una cosa, pero no le gustaría recordar que, en opinión de algunos, los "siervos" habían dado lugar al vecino país de Servia (actualmente Serbia... y no, no parece que provenga de ahí), y que su hiperónimo, los "eslavos", dio lugar a la palabra "esclavos" (esto sí está confirmado: el latín SCLAVUS proviene del griego SKLABENOI, que vendría a ser lo mismo que "eslovenos"). Ya hablamos de ello anteriormente.

Decíamos que nuestro amigo coge su coche... y se encuentra de nuevo perplejo. ¿¿Hungría?? ¿¿Qué hace en Hungría?? ¡"Coche" es la palabra más normal del mundo, igual que el resto de lenguas europeas, que... ehm... vale, que usan derivados de "carro" (como el inglés car), o de "auto-móvil" (que se mueve por sí solo, esto es, sin caballos), o de la raíz VEHERE (igual que el "vector" castellano, el voiture francés), o... bien, vale. ¿De dónde viene "coche"?

Pues, efectivamente, viene del húngaro kocsi, que era un tipo de calesa tirada por caballos. Por qué el castellano decidió generalizar esta palabra en vez de cualquier otra de las que tenía a su disposición, no lo sabemos (...¡aún!).

En cualquier caso este personaje ha tomado ya su coche, se ha cruzado con una limusina... y ha aparecido, por arte de magia, en la región francesa de Limoges, de donde el término "lemosín" (que además de designar una variedad de la lengua occitana llegó a usarse para referirse al catalán), y donde se cuenta que la carrocería de estos coches se asemejaba a las capuchas de los pastores de Limoges.

Dado que ya ha pasado los Pirineos, nuestro hombre continúa en dirección sur y se encuentra en la Picardie, otra región histórica francesa con fuerte identidad... y cuyo nombre proviene de picardo, "picador", nombre que recibían los campesinos del norte de París. De "picar" proviene también la simpática palabra pícaro y las "picardías" que éstos hacen. Y la prenda llamada igual, claro. ¡Región fecunda ésta!

Pero nuestro amigo ya empieza a cansarse: tanto ir a tumbos de un lugar a otro sin conocer ninguna de sus etimologías le hace creerse un patán... y de pronto, las altísimas cumbres de Afganistán le han rodeado y parecen estar a punto de desplomarse sobre él, mientras tribus de pashtunes le explican, con amabilidad, que "patán" es precisamente otra forma de designar en castellano a esta etnia mayoritaria en el centro del país afgano. Aunque el RAE dice que la voz despectiva española proviene de "pata"...

Y esta pata, en fin, nos da pie para terminar nuestro viaje. Tras el viaje físico de hace un par de posts, hemos tenido ahora un viaje metafórico, que podría ampliarse mucho más... y quizás se amplíe, en otra ocasión. ¡Ahora a descansar!

8 Comentarios:

At 23:30, Anonymous Anónimo dice...

Olé, olé y olé.

Cómo viajar por todo el mundo sin salir de tu casa.

Me encanta este post.

 
At 10:16, Blogger Asier G. dice...

Muy bueno :D

 
At 14:31, Blogger Alejandro Murgia dice...

Ya puedes poner una agencia de viajes filológicos, Eleder. Muy buen cicerone. Y si nos perdemos y llegamos a Siberia o Japón, Fiondil nos puede echar una mano hablando en Ainu (bueno, no solo Fiondil, digamos Fiondil-utar, Fiondil y otros).

Lo de "patán" no lo sabía.Qué curioso ese origen. Para una segunda etapa del viaje, te recomiendo la palabra "aciago".

Siempre quise investigar un poco más sobre "coche", cuál fue la virtud que popularizó tanto los carruajes hechos en aquella ciudad húngara, y el lazo especial con España. Daría para un bonito post.

Aprovecho para agregar que disfruté mucho con vuestro relato del viaje por Gasconha, y las fotos.

 
At 14:38, Blogger Asier G. dice...

Señor Bungo! Acomódese! Es más que bienvenido!
En serio, nos alegra que seas fiel seguidor de nuestro irregular blog, y por lo que veo, también ávida mente que retiene los conocimientos expuestos en ellos.
No voy a negar que no me pierdo ni una entrega de Hurgapalabras, y que la última me ha resultado de lo más sugerente, el color punzó y los conflictos bélicos decimonónicos en la Tierra de la Plata.

 
At 20:06, Blogger Meli dice...

Hey, Fiondil! Nosotras también estamos encantaditas de conocerte. Seguiremos tus artículos.

 
At 02:03, Blogger Eleder dice...

Sois más que bienvenidas, Almu y Meli. ¡Filoblogs unidos jamás serán vencidos!

Y ¿qué decir de vos, maese Bungo?

Si queréis tomar cualquier idea para un Hurgapost, desde luego hacedlo con total tranquilidad; el resultado será ampliamente superior que cualquiera que pudiera conseguir yo :)

Y no, no es falsa modestia, que los bilbainos de eso no gastamos... es simplemente reconocimiento a dos maestros como Bungo y Hláford :)

 
At 16:53, Blogger Roberto dice...

¡Buenísimo!

 
At 00:45, Anonymous Anónimo dice...

APLAUSOS, APLAUSOS Y MAS APLAUSOS SEÑOR ELEDER!! Todo un deleite de post para lo filobloggers que os leemos incondicionalmente ^^...

Mil gracias por el viaje metafórico XD... Y lo de la irregularidad es lo de menos, si podemos leer cosas así. En una bloggosfera llena de insulso contenido, cuan placentero resulta leer estas cosas de vez en cuando... ^^

 

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